Una ruta que requiere un poco de esfuerzo, con espectaculares panorámicas asturianas y que da acceso a una curiosa y perfecta formación geológica, es nuestra recomendación del día.
CONTENIDO DEL ARTÍCULO
Dónde está
El Ojo de Buey (L´Arcón de la Finistra) está en el macizo de Peña Mea, en la zona central de Asturias, entre los concejos de Aller y Laviana.
Es una de las cumbres más conocidas y emblemáticas en la región, ya que no se requiere ningún tipo de escalada para llegar a sus 1557 metros de altitud. Y es que, ¿a quién no le gusta coronar una montaña?
Características
Distancia: en torno a 12 kilómetros (ida y vuelta).
Desnivel: unos 900 metros.
Inicio y fin: Pelúgano (Concejo de Aller, Asturias).
Tiempo total: 5 horas, tomándote tu tiempo para fotos, comer…
Tipo de ruta: ida/vuelta.
Dificultad: moderada (la dificultad viene simplemente por la pendiente).
Niños: el inconveniente es el esfuerzo de la subida, cada uno sabe la capacidad de los niños/adolescentes que están a su cargo. Para niños pequeños no la recomendamos.
Adaptada: No está adaptada para personas con movilidad reducida.
Nota: todo lo descrito es bajo nuestro punto de vista y experiencia. No nos hacemos responsables de las decisiones que cada uno pueda tomar
Inicio de la Ruta Peña Mea, Ojo de Buey
La ruta la puedes comenzar desde distintos puntos, nosotros elegimos Pelúgano, una parroquia del concejo de Aller.
Dónde dormir para hacer la ruta del Ojo de Buey y Peña Mea
Un buen plan es dormir por la zona, no desaproveches la oportunidad, aquí el enlace: dormir en el entorno del Ojo de Buey.
Si prefieres alojarte en otra zona, en este artículo recomendamos alojamientos en Asturias que conocemos según las distintas zonas.
¿Dónde aparcar?
Una vez llegues a Pelúgano, por la carretera AE-5, continúa y cruza el pueblo, sigue la carretera hacia arriba hasta Pelúgano de Arriba donde verás una iglesia, con varias plazas de parking. Ten cuidado al aparcar, no bloquees ninguna entrada a las casas ni ningún camino.
De esta manera, te ahorras unos 500 metros de caminata empinada entre Pelúgano y Pelúgano de Arriba.
¿Cuándo ir a Peña Mea?
Cualquier momento es bueno para tirarse al monte y hacer una ruta, pero hay épocas mejores que otras.
El comienzo del otoño es un momento perfecto, no hace demasiado calor y, debido a que se asciende hasta los 1.557 metros, se evita la nieve y el hielo que pueden hacer que la ruta se ponga muy peligrosa.
Recorrido
Junto a la iglesia, hay un cartel que indica el inicio de la ruta (a unos 600 metros de altura), donde además tienes una breve explicación de la misma. El recorrido que realizamos fue:
El Barrocima- La Vallina – Posaorio – Cerreo – Mayéu L´Eecu (Ojo de Buey) – Peña Mea
Comenzamos a caminar entonces, atravesando el pueblo dejando atrás varios hórreos, por un camino hormigonado. La ruta está señalizada con señales de Senderos de Pequeño Recorrido (PR), con pintura blanca y amarilla. Siempre vamos cuesta arriba, pero sin mayor dificultad.
Sin darnos cuenta, llegamos a la casería de La Vallina. De vez en cuando realizamos alguna parada para hacer fotos, y es que la estampa es digna de fotografiar.
La ruta está bien señalizada, el único punto en el que puedes tener confusión es poco antes de acceder al Collado de Pelúgano (975 metros), donde el camino se bifurca, debes girar hacia la derecha, como indican las señales del PR.
Posteriormente atraviesas una zona con algunas cabañas, donde suele haber ganado suelto. Se llega a Cerreo donde la pista deja de ser tan cómoda y ya se transforma en un camino estrecho. En ningún momento hemos dejado de subir, no olvidemos este dato.
Una vez que te ves en la Canal de las Cuevas la “base” de Peña Mea, empieza lo más empinado, “pindio”.
No cometas el error de mirar hacia arriba, porque te vas a desmoralizar de ver lo que tienes que subir, parece que no hay fin. Además, ni el Ojo de Buey, ni la cima de Peña Mea se ven hasta bien arriba, así que no tienes punto de referencia. Aunque por otra parte, no está mal el no ver el regalo hasta el final, así la recompensa es mucho mayor. En la siguiente foto se observa perfectamente el ascenso que hay que realizar.
Y así, poco a poco, en zig zag vas subiendo y subiendo por la montaña. Hemos aconsejado no mirar hacia arriba, pero tampoco debes hacerlo hacia abajo, sobre todo si no eres muy apasionado de las alturas, se suben muchos metros y puede dar un poco de vértigo.
Y así pasito a pasito de repente BOOOMMM, el Ojo de Buey, a 1300 metros de altura. No dudes en ir a este lugar, que la subida no te eche atrás.
Una impactante ventana de más de 20 metros de diámetro, nacida de la peculiar erosión de la roca caliza. La naturaleza nunca deja de sorprendernos, es una rara y hermosa formación.
Antes de seguir camino estuvimos un buen rato observando este tremendo agujero desde diferentes ángulos.
Después de descansar embelesados con el Ojo de Buey, ascendimos un poco más hasta un pequeño collado con unas bonitas vistas. Aproximadamente desde la iglesia donde dejamos el coche hasta este punto, nos llevó unas dos horas (de subida, subida, y subida).
Hasta la cima de Peña Mea (1557 metros) hay que sumarle unos 30 minutos más. Aún quedan unos cuantos metros en vertical, pero a nuestro parecer el ascenso es más liviano. Y así, pasito a pasito, has finalizado la primera parte de la ruta, de unos 6 km en total.
Toca deshacer el camino y aprovechamos para comer a los pies del Ojo de Buey. La elección era obvia.
Recordar ser prudentes con la pendiente que antes sudábamos hacia arriba, ahora toca sufrirla hacia abajo. También requiere su esfuerzo, además hay que tener especial cuidado por la cantidad de piedra suelta que hay.
Aproximadamente después de 5 horas, entre ida y vuelta, llegamos al punto inicial, en la iglesia de Pelúgano de Arriba.
Conclusiones y recomendaciones
- Si se va en fin de semana, hay que madrugar para encontrar sitio en el parking de la iglesia y disfrutar de la ruta sin mucha gente.
- Mejor hacer esta ruta con buen tiempo y no demasiado calor (finales de primavera u otoño) y no en época de nieve y heladas, la subida se puede poner resbaladiza y peligrosa.
- Muy importante, estás en la montaña por lo que hay que tener especial cuidado con la niebla. Si ves riesgo, es mejor darse la vuelta.
- Cuidadito, no se te ocurra criticar a nadie allí arriba que hay un eco tremendo en la zona del Ojo de Buey.
- Lleva ropa y calzado adecuado. La ruta lo requiere, tanto por la subida como por el terreno. Además el tiempo en Asturias, y más en la montaña, puede cambiar en cualquier momento, así que mejor salir con varias capas.
- En la mochila siempre algo de comer y sobre todo abundante agua. Se Camina mucho tiempo por la peña, donde no hay arboleda ninguna, y el sol puede apretar.
- No olvides gorra o pañuelo para cubrirte la cabeza y crema solar.
- Trae de vuelta los residuos que generes y si ves alguno ensuciando el paisaje, por favor, recógelo.
- Disfruta de las vistas, y del entorno, siéntete un privilegiado.
- Si tienes interés por más rutas en Asturias, pulsa aquí.
8 comentarios
Hola, en este tipo de rutas de alta montaña os falta prevenir si hay niebla, mas de uno se despeñó por no ver
Hola! Gracias por el acertado comentario. Lo hemos incluido en las recomendaciones.
Genial el post chicos, súper completo! A ver si podemos hacer la ruta con los peques, a pesar de ser un poco complicada seguramente lo intentemos 🙂 Un saludo y seguid así
Muchas gracias chicos. Respecto a los peques, mucho ojo en la canal que lleva al Ojo, que es bastante pindia. Esperemos que lo disfrutéis 🙂
Se puede hacer esta ruta con perros?
Hola Pablo, en principio si, aunque con un pero. La canal es bastante empinada, así que si el perro no está acostumbrado al monte, o hace un poco lo que quiere, y te la lía, puedes tener un problema.
Justo ahí, bajo Peña Mea, me topé de frente a menos de 50 metros con una osa y sus tres oseznos al alcanzar el puerto y subirme a una peña. Casi nos da un infarto a los cinco. Escaparon corriendo por el acebal. Fue la primera y única vez en mi vida que vi osos en libertad.
Hola Marco, por un lado es todo un lujo ver una osa con sus esbardos en su hábitat. Por otro lado… ¡vaya tuto! Las osas con las crías son muy protectoras y es el peor encuentro que puedes tener con ellos. ¡Asturias Paraíso Natural!