El camino a la laguna Torre es un trekking muy bien señalizado, tranquilo y con poca dificultad, con subidas, sobre todo al principio, pero muchos tramos llanos. Es una excelente y asequible ruta por bosque andino patagónico, final en un lago glaciar y con magníficas vistas durante el recorrido a una de las montañas más famosas de la Patagonia, el Cerro Torre.
CONTENIDO DEL ARTÍCULO
El sendero al Torre
El sendero al Cerro Torre comienza en el pueblo de El Chaltén y termina en la Laguna Torre. A diferencia del sendero al Fitz Roy, este es un camino único, no hay más rutas que lleguen a la Laguna Torre. Es posible conectar ambos senderos ( el de Fitz Roy y Cerro Torre) pasando por las Lagunas Madre e Hija.
El trekking al Cerro Torre
Este imperdible trekking, seguramente el más popular después del sendero a la Laguna de los Tres, nos acerca a la base de una de las montañas más icónicas y bellas de la Patagonia, además de un auténtico desafío para la escalada de alto nivel. Un telón de fondo difícil de igualar para una caminata que termina en lo alto de una morrena con excepcionales panorámicas al Cerro, la Laguna y el Glaciar Torre. ¿Quién da más?
La ruta al mirador del Torre (kilómetro 3)
Es sencillo llegar al inicio de la ruta, comienza muy cerca del pueblo. Un cartel marca el desvío en la avenida San Martín. Si vas en coche puedes comenzar la caminata ahí o subir un poco más con el auto.
Desde el desvío de San Martín hasta el inicio de la ruta hay 1 km de distancia. Este tramo finaliza con una fuerte pendiente, al final de la cual hay una vista panorámica de El Chaltén.
Al final de esta subida comienza el sendero al Torre. Al poco tiempo aparece el cartel informativo del inicio del sendero, con las distancias a los principales puntos de interés del mismo. No olvides que el cartel solo indica la ida, súmale otros tantos kilómetros para la vuelta.
El trekking tiene un leve pero continuo desnivel durante los primeros 3 kilómetros, en los que se ascienden unos 200 metros. A los 10 minutos del inicio de la ruta, llegamos al mirador de la cascada Margarita, muy alta, pero sin agua suficiente para ser espectacular.
El camino discurre por un camino pedregoso entre bosques con gran cantidad de aves, así que, si se está atento es fácil ver alguna, como los caranchos o los hermosos pájaros carpinteros gigantes, cuyos machos son inconfundibles con su cabeza de color rojo.
Dos kilómetros más y se llega al mirador del Torre.
A partir de aquí el camino se hace mucho más llano y llevadero. Conviene detenerse en este mirador para disfrutar de las primeras vistas al grupo del Cerro Torre, esto si el tiempo acompaña, claro está. Nosotros no tuvimos la suerte.
Del mirador del Torre al campamento D’Agostini (km 8)
Durante un par de kilómetros se hace camino por una planicie boscosa con mucho matorral bajo y también barro, hasta llegar a un bonito bosque de lengas que muestra claramente la colosal fuerza de la naturaleza a la que está sometida esta zona; hay árboles derribados por todo el suelo.
En la Patagonia austral el tiempo avanza despacio, y estos árboles tardan en pudrirse varios años, lo que da al bosque un aire un tanto inquietante.
Se sale de la arboleda para caminar muy cerca del río Fitz Roy, que nace en la laguna Torre, para llegar al campamento D’Agostini, una zona de acampada libre.
Del campamento a la Laguna Torre (km 9)
A unos metros del campamento D’Agostini ya solo nos queda la última subida por la enorme morrena hasta llegar al alto desde donde se ve la Laguna Torre, en la que suele haber algún témpano que se ha desprendido del glaciar Torre, que desemboca en el otro lado del lago.
Una vez en la laguna hay dos opciones: bajar la morrena hasta la orilla o hacer la caminata de una hora por la cresta (2 km), bordeando el lago desde lo alto, hasta el mirador Maestri, con vistas al Cerro y en especial al glaciar Torre. Esta parte ya es más complicada que el camino recorrido previamente, al hacerse sobre piedras sueltas de la morrena.
El regreso a El Chaltén se hace por el mismo camino, salvo que conectes con el sendero al Fitz Roy a través de las Lagunas Madre e Hija.
Recomendaciones
Aconsejamos comenzar la ruta temprano, mejor con las primeras luces. Hay mucho barrizal, que por la mañana está duro, pero a medida que avanza el día y transitamos los domingueros, se va reblandeciendo y haciendo muy pesado caminar por él. Habrá zonas que incluso será necesario salirse del camino por rutas paralelas abiertas en la maleza. Esta triquiñuela hay que evitarla en la medida de lo posible, porque hay zonas en recuperación, pero la verdad es que no queda otra.
Llevar unas polainas para no dejar los pantalones para el arrastre es una buena idea. También recomendamos llevar al menos un bastón para caminar, varias capas de ropa para ir capeando los cambios de temperatura, guantes y gorro. Agua y comida no pueden faltar y, por supuesto, la cámara para fotografiar estos soberbios paisajes presididos por el Cerro Torre.
Más allá del Torre no hay más que la gran masa de hielo del Campo Patagónico Sur, así que si hay viento, sentirás el frío que viene del hielo. Si vas en temporada invernal o casi, la laguna estará congelada como nos pasó a nosotros. Realmente bonito, y fresco también…
Déjate caer por el Centro de Visitantes Guardaparque Ceferino Fonzo o la Oficina de Información para conocer el estado de los senderos. El acceso al mirador Maestri puede estar complicado, como nos sucedió a nosotros.
Hicimos la ruta con nubosidad así que no pudimos disfrutar de las vistas únicas al Cerro Torre. Creemos, sin embargo, que aunque no vimos los dentados picos principales de la cadena del Torre, la ruta y la laguna con el glaciar al fondo merecen mucho la pena.
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