El Patagonicus es un encantador bed and breakfast situado sobre un popular restaurante en El Chaltén. Está bien ubicado, es muy acogedor, con habitaciones grandes, cómodas y con vistas al monte Fitz Roy. Te explicamos porqué volveremos al Patagonicus en nuestra próxima visita a El Chaltén.
CONTENIDO DEL ARTÍCULO
Se respira Patagonia
El hotel tiene un agradable aire rústico y con detallitos locales, por ejemplo, las habitaciones no tienen número, sino que llevan el nombre de los protagonistas de la controvertida primera ascensión del Cerro Torre: Cesare Maestri, Toni Egger y Cesarino Fava.
De las paredes cuelgan fotografías antiguas de expediciones en lugares emblemáticos de la zona, que te sumergen en la belleza del lugar y su turbulenta historia de escalada. Por si fuera poco, en la habitación había vistas al Fitz Roy… uno de los grandes emblemas de la Patagonia argentina.
Qué hacer en El Chaltén. Los mejores trekking de la Patagonia Argentina
El hotel
Escogimos el hotel Patagonicus por la tremenda puntuación de más de 9 que tiene en Booking.com y por la situación, cerca del centro y de la estación de ómnibus. Nosotros fuimos en coche de alquiler desde el aeropuerto de El Calafate, os dejamos el enlace por si queréis alquilar el auto con la misma página que nosotros: AutoEurope.
El hotel está encima del restaurante Patagonicus y tiene una pequeña terraza en la puerta.
Sin embargo el elemento que diferencia este establecimiento del resto es la amabilidad y buen trato de la anfitriona, Ana. En pocos sitios te reciben y te atienden como lo hará ella. Conocedora de la zona, te dará buenos consejos sobre las rutas de montaña, oro puro, si como nosotros, vas fuera de temporada. Tiene contactos por si necesitas un remís.
Las zonas comunes son pequeñas pero suficientes, ten en cuenta que únicamente hay tres habitaciones. Constan de un cálido salón compartido, además de la zona de desayuno o para tomar algo, todo en la misma sala. Hay una pequeña nevera comunitaria en la que podrás servirte una cerveza (pagándola, claro) o guardar tu comida. En temporada el restaurante está abierto para cenar o tomar algo, simplemente necesitas bajar las escaleras.

El desayuno es muy coqueto y completo. Había un poco de todo y estaba muy bueno. Hay buena calefacción, tanto en las zonas comunes como en la habitación. La limpieza es buena.

Un consejo: en El Chaltén no hay señal, por lo que estarás sin datos en el móvil así que si vas fuera de temporada y el restaurante está cerrado, dobla la esquina y sube las escaleras, en la puerta del hotel Patagonicus tienes los datos de la wifi gratuita para avisar a Ana, la chica que lleva el hotel.

Las habitaciones
Son amplias y acogedoras, la nuestra tenía dos camas separadas y estaba muy limpia. Hay mucho espacio para los trastos, el suelo es de moqueta y dos de las tres habitaciones ofrecen panorámica al Fitz Roy y el pueblo.

El baño es muy bonito, con un toque rústico que nos encantó.

Conclusión
Estuvimos muy a gusto, los consejos y amabilidad de Ana hacen que te sientas como en casa. Sumado a las vistas, el desayuno y el que no recordemos nada que no nos gustara, creemos que es una opción sensacional en El Chaltén. Reserva con antelación, es un alojamiento muy solicitado, no es de extrañar.