Si hay una ciudad que vibra con la llegada del Año Nuevo, esa es Viena, nuestra querida Viena. Y es que el 31 de diciembre, el casco antiguo de esta señorial y hermosa ciudad se convierte en un enorme festival al aire libre para recibir el Año Nuevo. Te contamos todo lo necesario para disfrutar de una Nochevieja diferente.
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El fin de año en Viena y el Silvesterpfad
El Silvesterpfad, o sendero de San Silvestre, es un enorme invento austriaco para disfrutar a tope del Fin de Año. Solo necesitas ganas de caminar, disfrutar y por supuesto, que acompañe el tiempo, porque la celebración es al aire libre en diferentes puntos del centro de la ciudad. Es sin duda la opción más mítica, barata y popular en una visita a Viena para terminar el año.
Horario
El horario es muy centroeuropeo, tienes doce horas para hacer los recorridos que más te llamen, desde las 2 de la tarde hasta las 2 de la mañana.
La ruta de la felicidad en la Nochevieja vienesa
El Silvesterpfad es, en realidad, una ruta por el casco antiguo con decenas de puestos vendiendo bebida y comida, agrupados en torno a 14 puntos, con atracciones y espectáculos de todo tipo.
Algunas de las 14 zonas son temáticas: hay puntos dedicados al entretenimiento de los más pequeños (parada 4, Freyung), otros a la música clásica (Stephansplatz, 7 y Òpera, 11), o electrónica (Löwelstrasse, 2), incluso puedes consultar a profesionales del tarot en la calle de la fortuna (Teinfaltstrasse, 3)…
Principales puntos del Silvesterpfad
La oferta es tan variada que se hace difícil visitar las 14 paradas del sendero, así que no queda otro remedio que escoger bien lo más interesante. Lo bueno es que, la mayoría de las zonas habilitadas están muy céntricas y cercanas.
Lo más conocidos son estos:
- Catedral de San Esteban (parada 7). Delante de la catedral hay un escenario con música variada, entre la que no puede faltar la música clásica. Imprescindible ir y tomarte un ponche o cervecita en las terrazas con vistas.
- Ópera de Viena (11). Si te gusta la música clásica, del exterior cuelgan una pantalla y retransmiten en directo la tradicional “Die Fledermaus”, de Johann Strauss, normalmente a las 7 de la tarde. La Ópera queda un poco a desmano para ir caminando al Prater o al Rathaus, pero es muy hermosa.
Hay dos opciones para finalizar el Silvesterpfad
- Si te van los parques de atracciones, dicen del Prater de Viena (parada 13) que es el más antiguo del mundo. Es una buena opción para finalizar el día, aunque algo alejado del centro. Fiesta desde las 20 horas hasta las 2, aunque puedes ir antes para disfrutar de las atracciones. Se recibe el año con un espectáculo de fuegos artificiales sincronizado con la música.
- La segunda alternativa para celebrar el cambio de año es la plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz, 1), con actuaciones y fuegos artificiales. El ambiente, inolvidable: los conciertos, puestos de restauración, la pista de patinaje sobre hielo en el parque, la decoración… todo suma para hacer de este sitio un lugar muy especial para finalizar el año. A diferencia del Prater, el Rathaus está bastante céntrico. Es un edificio espectacular que luce mucho por la noche.
Nuestra ruta por el Silvesterpfad
Lo normal es querer aprovechar el día y hacer alguna visita por la mañana. Si es así, recomendamos algo “ligero” porque el día es muy largo, como el museo de Sisi y la Platería de la Corte (nuestra elección), o el Albertina, por ejemplo.
Después de la visita en el palacio Hofburg (Sisi), nos acercamos al mercadillo navideño de Marie-Theresien-Platz, ubicado entre los imponentes museos de Historia Natural y el del Arte.
Todo un acierto para el vermutito (con ponche) y la comida, variada y en un rincón muy bonito de la ciudad.
Con la barriga llena, empezamos el sendero en orden por el Rathaus (1), donde aún había poca gente. Comenzamos la fiesta y fuimos enlazando los diferentes puntos de la ruta, en dirección a Stephansplatz (7).
La mejor manera de disfrutarlo, es dejarse llevar y parar donde te llame la atención, o guste la música. Por ejemplo, en el Graben (6) encontramos a varios lugareños arrancándose a bailar valls, y claro, paramos a tomar algo. Así hasta Stephansplatz, que es parada obligatoria. El plan era continuar camino hasta llegar a la Ópera (11), saltándonos el Haus der Musik (10), pero se nos fue de las manos el tiempo y no pudo ser.
Estuvimos muy a gusto en Stephansplatz, vimos un concierto de música clásica y levantamos campamento cuando comenzó un grupo que no nos gustaba nada. Llegamos a Kaerntner Strasse (8), donde encontramos ambientazo, con un Dj enorme encajonado en una rulotte minúscula. Al ser tarde ya, deshicimos el camino y no paramos hasta llegar al Ayuntamiento (1).
El llegar con tiempo, pasadas las 9, fue un acierto. Al haber poca gente, pudimos comer algo tranquilamente. Después se llenó y había que hacer unos buenos 10-15 minutos de cola.
Al llegar el cambio de año, comimos nuestras uvas, para gran sorpresa de los lugareños, y celebramos la entrada al Año Nuevo con unos bonitos fuegos artificiales. La fiesta sigue, pero se hace evidente que no estamos en el sur de Europa… las actuaciones finalizan antes de las 2, momento en el que los más valientes deben buscar algún bar.
Un día realmente largo… así que del Rathaus nos fuimos a nuestro alojamiento, con un tremendo reventón. Aquí es cuando se agradece haber reservado un apartamento bien situado, estratégicamente diríamos para la Nochevieja :-). Nos alojamos en el Volksinn, con una puntuación muy alta en Booking.
Al día siguiente, si la resaca lo permite, recuerda que hay un plan muy bueno: en la plaza del Ayuntamiento se retransmite el mítico concierto de Año Nuevo.
El ambiente que allí se crea es muy especial, y muchos se lanzan a bailar. Merece la pena vivirlo.
Precios en el Silvesterpfad
Los mercadillos y los puestos del Silvesterpfad tienen unos precios bastante uniformes (2018):
Bebida: ponche, entre 4 y 5 euros; 0,5 litros de cerveza, 5 €; jagermeister, muy popular por aquí, 2,50 €, el mismo precio que un agua mineral. Hay tiendas abiertas en las que se puede comprar también más barato.
Comida, en torno a 5 euros por ejemplo una salchicha, aunque hay bastante variedad de comida y precios.
Otras cosas que tienes que saber
Estamos en Austria y en invierno, así que lleva ropa de abrigo. Sal con tus mejores galas invernales, no sobran unas mallas térmicas, guantes, bufanda y gorro. La mayoría de la gente viste de manera informal.
Para ayudarse a entrar en calor: bebidas calientes y alternar el Silvesterpfatz de de vez en cuando con alguna cervecería del centro, por ejemplo, que son muchas horas al aire libre.
No pasamos frío, había mucha gente y se estaba bien, aunque tuvimos suerte con un día espectacular…
Hay baños portátiles dispuestos en diferentes puntos del centro.
Viena es una ciudad muy segura pero no está de más tener alguna precaución, estamos en una gran ciudad. Consejo: si vas al Pratter y vuelves al centro caminando, mejor evita la estación de autobuses.
Lo único que puede chafar el día es la meteorología, pero si respeta pasarás una Nochevieja genial. El Fin de Año en Viena, es una elección que seguro te va a sorprender y encantar.