Si te gusta el arroz, el Restaurante UMA es parada obligatoria. Se encuentra situado en pleno centro de Lisboa, en la Zona a Baixa, en la Rua Dos Sapateiros 177.
Si pasas por delante caminando, su fachada pasa totalmente desapercibida, pero una vez que accedes es bastante pintoresco. Al entrar verás que es, como decimos en Asturias, “un chigre”, típico bar antiguo anclado en el tiempo. Lo cual no significa que no tenga su encanto, por supuesto que lo tiene. Es más, son este tipo de bares los que mantienen su personalidad, y los hace únicos. Se encuentra regentado por una familia, cuando estuve las mesas estaban atendidas por un señor de cierta edad, y un chico más joven, y en la cocina una señora estaba al mando, el trato es serio, pero correcto, no es que te den mucho pie para entablar una conversación, pero tampoco es necesario.
Su capacidad es reducida, las mesas son pequeñitas y están muy juntas unas de otras, comes casi pegado al de al lado. Tienen el espacio muy aprovechado ya que el bar es mediano tirando a pequeño, dato a tener en cuenta, ya que no suelen aceptar reservas. Cuando llegas, el camarero te toma nota del número de comensales de tu mesa y esperas fuera a que llegue tu turno, en las horas más concurridas, se forman importantes colas en la calle. La única manera de evitarlas es comer o cenar muy temprano (para los horarios españoles) y así quizá tengas suerte y pases directamente al comedor. Destacar de manera positiva que una vez que consigues mesa la atención y el servicio son bastante rápidos.
Suele estar lleno de turistas y destaca la gran cantidad de orientales que visitan esta tasca. Hay carta, pero creo que muy pocos clientes la miran y entiendo que debido a esto se debe la agilidad en el servicio y en los platos, ya que el 95% de los clientes comen todos lo mismo: su famoso arroz caldoso con marisco. Viene servido en una cazuela “pota” de aluminio, de abundantes dimensiones y está realmente espectacular, el precio por pareja con un vino blanco anda por los 30€ o menos. Los típicos entrantes portugueses con los que te amenizan la espera hasta que llega tu plato, si no los tocas no te los cobran. Los postres son caseros y tenían muy buena pinta, pero no teníamos espacio para mas comida -el arroz es muy abundante- y no pudimos probar ninguno.
2 comentarios
El flan estaba muy rico. Confirmo. Parece ser que ahora tienen a una “chica” de unos 50 ayudando en la caja. Espero que me dé tiempo a volver y comer en el UMA antes de que se jubilen 😉
Muchas gracias Noelia por completar el post jejejeje. Creo que todos los que conocemos el UMA queremos repetir.