Menudo invento el esquí nocturno en Sierra Nevada. Sin dudas, de las mejores experiencias de esquí de nuestras vidas. Ojo, debido a la cantidad de horas de luz en este rincón andaluz, el esquí nocturno solo está disponible en los meses de enero y febrero. Más adelante no es posible ya que la puesta de sol es demasiado tarde.
Después de finalizar una jornada normal en la nieve, las tardes de los jueves y sábados (consultar página web de Sierra Nevada por si hubiera cambios) las maquinas vuelven a poner a punto las pistas de El Río con 3,3 km y su paralela Maribel, de 2,5 km, haciendo un total de 5,8 km esquiables, para poder seguir disfrutando de 19:00 a 22:00 de la nieve. Puede parecer poco pero a nosotros nos pareció suficiente.
Ambas pistas cuentas con iluminación artificial adecuada. La visibilidad es más que correcta, habiendo zonas mucho más iluminadas que otras.
Antes de nuestra experiencia nocturna, finalizamos la jornada diurna de esquí. Por no ir hasta el apartamento y volver, decidimos esperar a que comenzase la jornada nocturna reponiendo fuerzas con unas tapas y bebidas con las botas de ski calzadas.
Cuando llegó la hora sacamos el forfait, se requiere uno específico para la noche (18 euros), y fuimos hacia el telecabina. Es el único remonte abierto y es algo incómodo al tener que andar poniendo y quitando tu equipo de guerra en cada subida. Hay una parte buena, y es que hay que tener en cuenta que cuando se pone el sol la temperatura desciende rápidamente y si se sube en telesilla es casi seguro que pasarás frío. Pero os aseguramos que vale la pena, por delante quedan 3 horas para gozar de tu deporte favorito (o al menos uno de ellos).
Nada más bajar del telecabina llegó la primera sorpresa gratificante de esta jornada nocturna. Al salir del remonte había, gratis y a disposición de todo el que quisiera, grandes termos con vasos desechables para poder calentarte con un caldo. La verdad que nos supo a gloria. Pero esto no era todo, debido a que era día 2 de enero, con cada bajada a Borreguiles, además del caldo, te obsequiaban con una copa de champán.
Sí sí, como lees… ¿qué majetes verdad? Y así, con una sonrisa en la boca comenzó nuestra primera vez con esto del esquí nocturno.
Calzamos los esquís y comenzamos la bajada enfocando la pista de El Río. En un instante nos dimos cuenta que esa nieve era auténtica crema. Además, aún nadie había descendido y las nuestras fueron las primeras huellas. Nunca disfrutamos tanto un descenso, y eso que estamos hablando de una pista la cual siempre evitamos en Sierra Nevada, debido a su aglomeración y mal estado de la nieve (a no ser que la bajes a primera hora como te contamos en este artículo).
Así, la primera fue una sensacional bajada con toda la pista para nosotros, por lo que pudimos descender como decimos “a fuego”. Según llegamos abajo nos miramos entre nosotros y antes de pronunciar una palabra ya supimos que para todos había sido espectacular.
Rápidamente (no había tiempo que perder), nos quitamos los esquís, para ir al telecabina y realizar otro descenso. Cuando llegamos a Borreguiles volvimos a tomar otra reconfortante copa de champán. Esta vez elegimos la pista de Maribel y volvimos a disfrutar de otra bajada increíble, con túnel incluido.
Y así fue nuestro primer contacto con el esquí nocturno: gozando de la nieve, descansando en telecabina, y tomando fuerzas con el caldo caliente y las copas de champán.
Lamentablemente a las 21:30 es la última subida en telecabina. A pesar de llevar 12 horas con las botas puestas hubiésemos estado más tiempo, aunque ya estaba haciendo mucho frío.
Recomendamos 100% el esquí nocturno en Sierra Nevada, creemos que ha sido la mejor nieve que hemos probado nunca y tuvimos suerte porque casi no había gente. Nunca habíamos tenido esas condiciones durante el día en ninguna de las estaciones que hemos estado de España, Pirineos y Alpes.